lunes, 28 de abril de 2008

Inconcebible

No es ser soberbio, es ser objetivo hasta en mis propios asuntos. Y la verdad es que soy una riata para escribir. Los maestros lloran con mis ensayos y los cuelgan enmarcados en sus paredes para leerlos cada que sienten que fallan como maestros. Podría hacer un libro aún más vendido que Siete Hábitos de la Gente Altamente Efectiva con mis ensayos mamones (y encargados a la fuerza) sobre ese libro.
O al menos lo haría en un mundo coherente consigo mismo. Pero así no son las cosas. Me acaban de poner 95 en un ensayo. No era cualquier ensayo, era de hecho de los que más he estado orgulloso. Era sobre la película Bee Movie (bendita educación pública) y me las arreglé para meter una referencia a Descartes. Sí, el filosofo y sí, en un ensayo sobre Bee Movie. Sin que se viera forzadaAsí es. He hecho lo inconcebible. Yo estaba esperando un Nobel, mínimo, pero al parecer, lo inconcebible solo merece un 95.

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